miércoles, 29 de abril de 2009

Una playa desierta

Photo: Getty Images




Una playa desierta



En una playa desierta

el sonido de las olas

pelea con el viento

que se lleva los secretos.

Los rayos de la luna

juegan sobre la arena,

la soledad penetra

en la espuma del mar.

El agua besa la orilla

y salpica los sueños

que se mecen suavemente

con las caricias del silencio.

La noche otoñal deja caer

algunas lágrimas melancólicas,

las sombras se agigantan

en el solitario paisaje.

La bruma espesa empaña

el brillo de los sentimientos,

el misterio parpadea

en la oscuridad del cielo.

María Griselda García Cuerva

4 comentarios:

  1. Me gustó este poema, María; la playa desierta es un buen lugar para pensar.
    María Sol

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  2. Muchas gracias por tu comentario, María Sol.

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  3. La bruma espesa empaña

    el brillo de los sentimientos,

    el misterio parpadea

    en la oscuridad del cielo.

    ¡Muy buenos versos!

    Un abrazo.

    Graciela

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  4. Te agradezco mucho tu visita y comentario, Graciela.
    Un beso

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