Foto: María Griselda García Cuerva
Crepúsculo de oro
El crepúsculo de oro
atrapa todas las miradas,
recorre la plaza
tiñendo los senderos.
Una pequeña nube rosada
se forma en el cielo
y juguetea con el sol
que se escapa sonriendo.
Un colorido pájaro vuela
entre las copas de los árboles,
un derroche de magia
se mece en el paisaje.
Un colibrí besa las flores
y sus graciosos movimientos
encienden la belleza
en el atardecer resplandeciente.
Las penas se olvidan
y los fracasos se borran
con el dorado ocaso
que abraza las ilusiones.
María Griselda García Cuerva
Muy bello tu "Crepúsculo de oro", Griselda.
ResponderEliminarUn beso.
Mara
¡Qué belleza los atardeceres! Muy lindo tu poema, Griselda.
ResponderEliminarUn beso.
Isabel
Vine de allende los mares
ResponderEliminarpara abrazar esa luz
que tu crepúsculo deja...
vine a dejarte mi abrazo,
y mi respeto en tu mano...
con formal delicadeza.
Gracias por vuestra visita, Mara e Isabel.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Jesús, hace mucho que no participo en el foro de Isabel, por eso, no nos hemos comunicado, ya apareceré, estoy haragana.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar por mi blog.
Un abrazo.