Foto: María Griselda García Cuerva
Los lamentos de la tarde
El sonido de la lluvia
juega con los colores grises,
se mezcla con las lágrimas
de una niña triste.
Los chaparrones sacuden las ramas
de los árboles otoñales,
gime la ciudad desolada,
el miedo recorre las calles.
El agua sube a las veredas,
trae burbujas de añoranza,
un hombre camina rápido
salpicando sus pensamientos.
Los truenos golpean las paredes,
el terror paraliza a los perros,
la luz de los relámpagos
endurece los rostros.
Los lamentos de la tarde
entristecen las miradas,
borran los sueños,
hacen llorar el alma.
María Griselda García Cuerva
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Un poema triste pero muy bueno, lo leo y me imagino aquella tarde.
ResponderEliminarUn abrazo.
María Laura
Muy buen poema, a mí la lluvia casi siempre me entristece.
ResponderEliminarCariños.
Virginia
Me imagino la escena y también me da tristeza, mo me gustan los días de lluvia. Me encantó lo que escribiste, María.
ResponderEliminarCariños.
Lucía
Muy buen poema, María.
ResponderEliminarCariños.
Jorge
Agradezco vuestros comentarios, María Laura, Virginia, Lucía y Jorge.
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